Manuel Márquez Rodríguez tiene 99 años recién cumplidos y una memoria prodigiosa. Lo demostró el viernes 17 de enero de 2014 en el salón Cádiz del Palacio de Congresos y Exposiciones de La Línea. Allí el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y el Ayuntamiento de la ciudad le rindieron un más que merecido homenaje. Mucho público asistió al acto y no solo se reafirmó en la nobleza de la causa republicana que Manuel Márquez encarna sino que pasó un rato más que agradable. Manuel fue el último en intervenir y su discurso fue el más largo. Pero la gente no sólo no se cansó escuchando sus peripecias de la guerra y la posguerra, narradas con todo lujo de detalles. Es que además se divirtió porque Manuel Márquez puso en sus palabras un fino sentido del humor que hizo que el respetable estallara en carcajadas en más de una ocasión. En particular cuando contó cómo logró sacarse el título de bachillerato examinándose por libre, en el instituto de Algeciras, de la asignatura que le faltaba.
Explicó su insistencia por vencer las trabas burocráticas y obtener el título, narró cómo se granjeó la amistad del cabo y de algunos soldados que le vigilaban en el campo donde estaba prisionero y contó cómo con ayuda de ellos el día del examen pudo cambiar su uniforme de preso por otro de soldado. Hilarante fue la escena en la que contó como se cameló al profesor que lo examinaba, que lo aprobó pese a sus lagunas en la parte práctica del examen de química, conmovido cuando el preso republicano disfrazado de soldado de la España victoriosa le dijo que cómo iba a suspender a un hombre que había arriesgado su vida por la patria. El remate fue su vuelta al campo de prisioneros cuando el capitán le dijo al sargento: pobre Manuel, pensaba que iba a aprobar y seguro que lo han suspendido cuando lo han visto con el uniforme de preso.