Con Juan González Ríos

Juan González Ríos nació en 1928 y cuando cumplió 9 años ya era huérfano de padre ejecutado por las fuerzas franquistas y hermano de otros dos jóvenes también fusilados.
El hermano que le precedía por edad, aún adolescente, murió por haber prestado un pico a quienes cavaban una zanja para defender el pueblo tras el levantamiento del 18 de julio.
Su padre, Francisco González, y su madre, María Ríos, cargaron en mulos sus enseres, cogieron a los ocho hijos que les quedaban, y, desde San José del Valle, fueron a refugiarse en La Sauceda. Como otras muchas familias, huían del horror que a su paso iban sembrando las tropas traidoras a la República, pero pensaban que en poco tiempo aquel levantamiento sería sofocado y el orden restaurado.
Se equivocaron. Juan recuerda con precisión el día que un avión tiró tres bombas sobre el poblado y cómo luego otros tres aparatos sembraban el valle de bombas y terror. Su padre huyó de nuevo al monte con toda la familia pero decidió volver a San José del Valle, pensando que la merte de un hijo ya era suficiente castigo para su familia. Se presentó en la Guardia Civil y él y su hijo mayor desaparecieron también para siempre.
Para su viuda y sus hijos comenzó una posguerra de privaciones y silencio. Un silencio que por fin se ha roto.

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