El Foro lamenta que los jueces imputen a alguien por hablar claro y archiven el asesinato de 28 personas en el cortijo jerezano del Marrufo, víctimas de los militares franquistas a los que en 1936 instigaba y jaleaba Pemán.
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo en La Sauceda y el Marrufo expresan toda su solidaridad y apoyo a Ana Fernández de Cosa, concejal de Izquierda Unida en Jerez, recientemente imputada y citada a declarar por el Juzgado de Instrucción número dos de esta ciudad, acusada de un presunto delito de injurias y calumnias, tras la querella presentada por familiares del escritor José María Pemán, al que llamó asesino. El foro y la asociación piensan con Ana Fernández que llamar a Pemán fascista, misógino y asesino es un simple ejercicio de libertad de expresión enmarcado en un pleno municipal en el que se debatía le retirada del busto del escritor del teatro Villamarta.
Foro y asociación recuerdan que a finales de 1936 Pemán escribía a menudo en ABC de Sevilla artículos incendiarios contra el Gobierno democráticamente elegido por los españoles en los que jaleaba e instigaba a las tropas sublevadas contra el orden constitucional a seguir su campaña de terror, asesinatos y bombardeos contra la población indefensa. En diciembre de 1936, mientras los aviones fascistas sembraban de muerte las calles de la capital de España Pemán decía que la aviación del ejército español sólo estaba purificando Madrid. Es decir que si Pemán no mató a nadie con sus manos sí que alabó, defendió e instigó los asesinatos indiscriminados de inocentes. Pemán incurrió en lo que específicamente indica la segunda acepción de la palabra asesinar del Diccionario de la Real Academia de la Lengua: «Causar viva aflicción o grandes disgustos”. Desde esta perspectiva, las palabras de la compañera Ana Fernández no hacen más que recordar una verdad manifiesta. Nosotros también pensamos y decimos como ella que Pemán fue un asesino. Y no sólo estamos de acuerdo con las formas sino también con el fondo de sus palabras: el busto de Pemán, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, debe ser retirado de un lugar público de propiedad municipal como es el teatro Villamarta. Su presencia allí no hace más que ofender a las víctimas del franquismo y a sus descendientes.