ApuntaNoticias – 07/07/2012
Siete de estos cuerpos están sepultados en una fosa común y los dos restantes en una segunda fosa, ambas contiguas y situadas en el lugar en el que en agosto de 2011 se efectuaron unas catas preliminares siguiendo las orientaciones de testigos de la época, que habían señalado estos puntos como probables lugares de enterramiento clandestino.
En el proceso de exhumación arqueológica han aparecido además diferentes evidencias relacionadas con las víctimas enterradas en ambas fosas: munición, tanto de arma larga (Masuer) como de arma corta (9 mm largo), botones, restos de cremallera, tejidos, una pipa de fumar, suelas de zapatos, etc.
La exhumación de los cuerpos de estas víctimas se complementa con un estudio antropológico de los restos óseos desenterrados efectuado por el antropólogo forense Juan Manuel Guijo, y con la toma de muestras de ADN, para cotejarlas con las de los descendientes, con el fin de intentar identificar la identidad de los fusilados.
La asociación de familiares de represaliados tramitará en fechas próximas ante la autoridad judicial una denuncia por la aparición de estos cuerpos con signos de violencia. Además prevé que, una vez que sean desenterrados los esqueletos y se realicen los estudios científicos correspondientes, se procederá al entierro digno de estas víctimas en el antiguo cementerio de La Sauceda, una vez que se acometan los trabajos de restauración de este recinto, cuyo proyecto ya está aprobado.
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