Asistentes a la proyección del documental sobre Pico reja, en el audiorio Millán Picazo de Algeciras.
Familiares de asesinados y represaliados por el franquismo en el Campo de Gibraltar asistieron a la proyección del documental Pico reja, la verdad que la tierra esconde, que pudo verse en la tarde del viernes en el auditorio Millán Picazo de Algeciras. El público casi llenó el auditorio y en las butacas se sentaron muchas personas descendientes de fusiladas/os, desaparecidas/os de Algeciras, La Línea, Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera, Tarifa, Los Barrios y San Roque. Todas/os vieron partes de las historias de sus familias reflejadas en la pantalla y comprobaron que el documental impresiona, emociona y mueve a la reflexión sobre nuestro pasado y nuestro presente.
Hijas, hijos y nietas de sevillanas y sevillanos asesinados por las fuerzas sublevadas en 1936 narran en el documental lo sucedido a sus padres, abuelos o abuelas. Arqueólogos, antropólogos o ayudantes nos cuentan su trabajo durante tres años para recuperar los cadáveres de cerca de 1.800 personas de una de las siete fosas comunes del cementerio municipal de Sevilla. Otras/os integrantes de la lucha por la memoria nos cuentan, además, lo que supuso el golpe de estado, la represión, la posguerra y el franquismo para la ciudad y toda Andalucía: genocidio, terror, silencio, olvido y manipulación de la historia.
Los testimonios de los familiares, algunos terribles, son dolorosos e impactan. Las palabras de las trabajadoras y trabajadores de la exhumación resultan alentadoras y son prueba de compromiso y solidaridad. El triste destino de miles de personas asesinadas, encarnado en el relato de un hijo del último alcalde republicano de Sevilla, o en el de un nieto de Blas Infante, están acompañadas por excelentes imágenes y fotografías de la época en blanco y negro. El dolor, la tristeza o la pobreza de las viudas y huérfanas y huérfanos hicieron que las lágrimas se le saltaran a más de un/a asistente a la proyección. El sufrimiento de los presos esclavos que vivieron en diez campos de concentración alrededor de Sevilla no parece tanto cuando el relato se adorna con vistas aéreas hermosas del resultado de su trabajo: kilómetros de aguas calmadas que discurren por el canal del bajo Guadalquivir para regar las fincas de los terratenientes del sur de Sevilla.
Dos artistas, el escritor Antonio Manuel Rodríguez y la cantante Rocío Márquez, aparecen en sucesivos momentos de la película en el proceso de creación y composición de una canción. Crean una especie de nana que, interpretada por la cantante, sirve para hacer un homenaje a todas las personas cuyos restos se han recuperado, pero que todavía esperan que les pongamos sus nombres y apellidos. La nana, en fin, mira al pasado pero también al futuro con esperanza. La esperanza de un mundo habitado por seres humanos conscientes, por mejores personas incapaces de cometer las atrocidades y barbaridades que en el documental se cuentan.
Un coloquio con mucha participación siguió a la proyección. Participaron en él Luisa Hernández Portales, nieta, sobrina nieta y bisnieta de sevillanos represaliados, y el periodista y documentalista Juan Miguel Baquero. Les acompañaron en la mesa Francisco Hidalgo, presidente del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, y Nieves García Benito, de la Asociación Casa de la Memoria. Asistieron a la proyección concejales de Tarifa, Algeciras, Los Barrios, Jimena y otras poblaciones. Luisa Hernández explicó que la exhumación de Pico reja se hizo porque las familias sevillanas no dejaron de pedirla y por su empeño expresado a base de manifestaciones, reuniones y acciones ante los medios de comunicación hasta que el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía accedieron a financiarla. Responsables del foro elogiaron el empeño de las familias sevillanas por conseguir la exhumación y exigieron a los municipios, la Diputación y la Junta más celeridad para llevar a cabo los sondeos arqueológicos en busca de las fosas en los cementerios de Algeciras, Castellar y Tarifa. Hernández y Baquero insistieron en la necesidad de que el documental lo vea la gente más joven. El periodista dijo que Canal Sur tiene los derechos de emisión en exclusividad y que hasta que esta emisora no proyecte la película, la productora no la puede llevar a RTVE u otros canales.
Enrique Rojas, vecino de Jimena, nieto y sobrino de varias personas fusiladas, enseña una bandera de la República al auditorio.
Foro por la Memoria