El documental La Sauceda, de la utopía al horror ha sido seleccionado por la Muestra Itinerante de Cine Derecho a Ver, que lo proyectará en la capital y las principales ciudades del país sudamericano. Derecho a Ver es una muestra itinerante de documentales sobre derechos humanos organizada por Making Docs y Achiote Cocina Audiovisual. La Muestra tiene como sedes centrales, las ciudades de Cali y Bogotá pero también se lleva a cabo una itinerancia por diversas ciudades colombianas, llegando a municipios, comunas y pueblos, a los que no suelen llegar este tipo de eventos culturales.
Derecho a Ver no tiene un carácter competitivo. Su objetivo es abrir una ventana para el documental social y de derechos humanos en Colombia, promover el dialogo y el intercambio entre el sector cinematográfico con el de las organizaciones sociales y de derechos humanos y con esto sensibilizar y promover una conciencia critica alrededor de nuestro contexto social y político.
La Sauceda, de la utopía al horro, fue elegida por el comité de selección de la muestra y podrá verse entre el 20 de marzo y el 27 de abril en Bogotá y Cali, y luego recorrerá poblaciones del resto de Colombia hasta diciembre de 2014. Dirigido por Juan Miguel León Moriche y realizado por Antonio Bermejo Canua, el documental se rodó entre septiembre de 2012 y marzo de 2013. En él se cuenta la historia de este valle de la sierra que se extiende por las provincias de Cádiz y Málaga, último bastión republicano en la zona cuando las tropas franquistas ya ocupaban todas las comarcas cercanas. La Sauceda fue bombardeada y el poblado destruido para siempre por la aviación y cuatro columnas del ejército franquista. Los supervivientes fueron encerrados en el cortijo del Marrufo, en el término de Jerez de la Frontera, donde cada día eran fusiladas cinco o seis personas. Con los testimonios de los entrevistados se reconstruye todo lo sucedido en aquellos meses del verano del 36 al invierno del 37 y luego se narra la labor realizada por el foro y la asociación desde 2011 para localizar las fosas comunes donde en el verano de 2012 se exhumaron los cadáveres de 28 personas.